Con motivo del Día Internacional de las Mujeres, este año la conmemoración del 8 de marzo va POR TODAS porque, más que nunca, es necesario un movimiento feminista unido y resistente frente a la reacción patriarcal.

Motivos para ello no nos faltan. A pesar de los marcos legislativos existentes para la igualdad, los avances de las últimas décadas siguen siendo insuficientes para que la igualdad efectiva alcance de lleno a las condiciones de vida y posiciones sociales de las mujeres.

• La desigualdad económica que muestran las brechas de género en los cuidados, los usos del tiempo, salarios, pensiones y en las condiciones de trabajo nos interpela directamente ante la desigualdad sistémica de las mujeres.
  Las mujeres cobran en promedio un 18,6% menos que lo que reciben los hombres por trabajos de similar valor; 1 de cada 5 mujeres sin empleo no lo buscan por la necesidad de atender a las responsabilidades de cuidados familiares, lo que explica también el hecho de que 7 de cada 10 personas que trabajan a tiempo parcial son mujeres y que la pensión de jubilación media de las mujeres represente el 79% de la que perciben los hombres en España.
  Las brechas de género en los cuidados son el factor determinante de la desigualdad que afecta y empobrece la vida de las mujeres y las niñas.

• La economía invisibilizada que se produce en los hogares, y que conforma la base del bienestar y desarrollo humano, es sostenida por mujeres en todas las regiones del mundo, a través del trabajo no remunerado de cuidados, mermando su salud y oportunidades de extender sus ámbitos de libertad.
  El valor del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que realizan las mujeres en España representa el 40,77% del PIB, según se constata en este estudio.
  Datos similares obtiene la Organización Internacional del Trabajo: Las mujeres dedican aproximadamente tres veces más tiempo al trabajo de cuidados no remunerado que los hombres y si a estas actividades se les asignara un valor monetario representarían más del 40% del PIB.
• Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres están en riesgo ante el avance internacional de la ofensiva patriarcal y la llegada de grupos abiertamente misóginos a las instituciones y puestos de poder político.
  De hecho, solo hay un país en el mundo que reconoce el derecho al aborto en su Constitución, protegiendo al máximo nivel el derecho y la libertad de las mujeres a decidir interrumpir un embarazo.
• La violencia contra las mujeres se agudiza y, mientras seguimos teniendo que contar mujeres asesinadas por hombres patriarcales, se niega su existencia como parte de un comportamiento irresponsable que pone en riesgo las vidas de las mujeres y sus derechos humanos. El negacionismo de género va calando entre los jóvenes: 1 de cada 5 jóvenes considera que la violencia de género se trata de un invento ideológico.
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Estos son algunos de los retos a los que hacer frente en este tiempo de complejidad creciente y, por ello, este 8 de marzo va POR TODAS, porque nos va la vida en ello.

Hacer de esta sociedad algo vivible para todas requiere de una apuesta decidida por reforzar la obligación legal de que la igualdad, como principio ético y político y, en tanto que principio rector de todos los poderes públicos, impregne de forma transversal toda la acción política, social, cultural, deportiva y económica. Así se desprende también de la Agenda 2030, que define un horizonte de progreso para el que el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Igualdad de género (ODS 5) resulta imprescindible e inaplazable; la metas son cada vez más urgentes.

Por eso, desde LIKaDI, un año más, nos unimos a la conmemoración del 8 de Marzo, POR TODAS.

¡Frente a la reacción patriarcal: feminismo UNIDO y RESISTENTE!